Aunque el tema sea el mismo, cada amor tiene su aire, dijo Luis Cernuda,
y es cierto, no hay nada más parecido y al mismo tiempo más distinto que dos
historias de amor. El amor es como el río de Heráclito, siempre aparentemente
igual y siempre cambiante, como ese río en el que nadie puede bañarse dos
veces. Como yo te amo a ti, no he amado nunca a nadie, lo que yo te digo a ti,
no se lo he dicho nunca a nadie, aunque las palabras fueran las mismas nunca he
besado como te he besado a ti, nunca he acariciado con caricias como estas;
cada amor tiene su aire, y en el amor como en la vida, el aire es lo que
importa, aunque el tema sea el mismo, cada amor es una historia diferente, una
historia intransferible y única, por eso, siempre parece nuevo.
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