domingo, 3 de febrero de 2013


Abandonamos las expectativas y aceptamos las cosas como son y en lugar de intentar hacer que sean como queremos que sean.
No dejamos de descubrir recuerdos y significados hasta el último suspiro.
Todos somos humanos y ver nuestra mente con claridad nos ayuda a aceptar esa humanidad en nosotros mismos y en los demás.
Sucede que cada uno refleja con tanta frecuencia y fidelidad las expresiones del otro que los centenares de diminutos anclajes musculares de la piel van cambiando la forma de su cara para reflejar esa unión.
Tener la conciencia abierta significa que aceptemos lo que sucede sin vernos arrastrados por ninguna actividad juzgadora
                 ~Daniel Siegel ~
Por mucho que nos esforcemos, somos humanos, y nuestra mente siempre adolecerá de vulnerabilidades e imperfecciones”
 Daniel Siegel

En algún momento algo nace en nosotros;
empieza con un montón de nada y cosas raras,
formas desconocidas y miedo a lo que vendrá.
Hay que tener valor para aceptar esa semilla,
pero mucho más para regarla, dejarla crecer.
Con un rumbo incierto,
¿quién sabe lo que va a salir?
Y sin embargo,
¿qué perdemos con intentarlo?
Sale, esa es la verdad,
ahí está.
A veces unas ramas mal podadas parecen haber arruinado todo.
Si no tienes la soltura de convertir un error en acierto
jamás podrás disfrutar de verte crecer,
de sentirte reflejado en tus espejos,
en tus espejos del alma;
son los brotes de esa semilla saliéndote por las uñas,
invadiendo tu mundo de cemento,
de paredes y corazones mudos.

Me pregunto si las estrellas se iluminan para que cada uno pueda encontrar la suya
                                              El principito

Creo en mí si te veo hoy, y me pedís que no me rinda, SIGO POR VOS

¡Que adorable verte sonreír!