Todos
tendríamos que tener algún lugar, al que podamos ir cuando nos sentimos vacíos,
cuando queremos tener paz por un rato, cuando estemos tristes y cuando queremos
reflexionar. Ese lugar se encuentra muy adentro nuestro, es fruto de nuestra imaginación,
y por eso cada lugar es distinto y personalizado. Cuesta llegar, a pesar de ser el lugar ideal,
es difícil, pero vale tanto la pena una vez que nos sumergimos ahí porque es
tan placentero, llena tanto de tranquilidad y felicidad interior. Habría que
visitarlo rutinariamente para que nuestros días tengan otro sentido, para que
nuestra VIDA tenga otra mirada, otra forma de ver las cosas, otro sentido.