miércoles, 29 de enero de 2014

La gente que es feliz, raramente se dedica a ver faltas en los demás. La gente profundamente infeliz vive criticando e incluso dañando aquello que anhela y no puede ser. Cuando cambiamos la forma de ver el mundo, el mundo cambia. Lo irónico es que cuanto más amor y buenos sentimientos tenemos, más nos vuelve de regreso. Es por ley universal. Una vez que la mente se purifica, el mundo se ve como realmente es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Creo en mí si te veo hoy, y me pedís que no me rinda, SIGO POR VOS

¡Que adorable verte sonreír!